Autor: admin - Categoría: General - Etiquetas: bloqueo vías respiatorias, cartílago, dolor, Enrique Toro, estreñimiento, fecalomas, hemorragias, heridas, hueso, perforación de esófago, perforación de estómago, perforación de intestino, peritonitis, perro, roturas dentales - Comentarios: 0 comentarios
Es difícil no asociar la imagen de un perro con un hueso. Sin embargo, la realidad difiere de esa relación tan entrañable.
A menudo oímos que los huesos son un rico manjar para los perros, que los entretiene durante horas, mejor crudos, que no sean de pollo porque se astillan... Pero ningún hueso es seguro para nuestros perros y apenas tienen valor nutricional, ¿Para qué correr riesgos?
Nicanor Enrique Toro, cirujano responsable de Clínicas Veterinarium, con más de 25 años de experiencia y con decenas de operaciones urgentes por obstrucciones y/o hemorragias digestivas, recomienda no dar huesos a nuestros perros.
Un trozo de hueso puede perforar el esófago, estómago o intestino, ocasionando hemorragias que requieren operación con carácter urgente. Igualmente puede provocar una peritonitis, que cause la muerte si no se actúa con rapidez. Producir lesiones en la boca como roturas dentales y heridas que pueden resultar muy dolorosas para el perro. Obstruir el intestino causando mucho dolor, generar infecciones e incluso la muerte. Otro resultado puede ser el estreñimiento y posibles fecalomas, así como el bloqueo de las vías respiratorias con el consiguiente riesgo de asfixia.
Si tu perro ha ingerido un hueso y, posteriormente, notas que carraspea o hace sonidos extraños, tiene exceso de saliva, intenta vomitar o defecar y no puede, que los vómitos o las deposiciones tienen sangre, que le cuesta respirar... ¡acude urgentemente a tu veterinario!
Podemos parecer exagerados, pero realmente es un tema muy serio que podemos evitar. Aconsejamos ofrecerle el cartílago de los huesos, es una opción segura, sin riesgos, que seguro le encantará.