Si tu perro bebe agua del mar es muy posible que termine intoxicado (al igual que nosotros los humanos) y acabe sufriendo alguna patología que puede ser preocupante o más grave de lo que puede parecer en un principio. La acción de beber agua puede suceder por el simple hecho de no mantener hidratado a nuestro animal con agua dulce y que tenga sed, pero no podemos olvidar que el agua salada es perjudicial para estos animales y les sentará mal debido a las elevadas cantidades de cloro y sodio (cloruro de sodio o sal).
Si un perro bebe agua del mar, su nivel de sodio aumentará de manera desproporcional y eso le provocará una intoxicación que se manifestará mediante algunos de estos síntomas: diarrea líquida y quizá explosiva, vómitos, deshidratación generalizada, nervios, mareos, debilidad o falta de fuerza y energía, decadencia anímica, etc. Este estado provocará que el animal pueda deshidratarse más si cabe, algo muy peligroso en pleno verano. El agua salada puede afectar a la vida bacteriana de sus intestinos y eso conllevará que la diarrea persista durante varios días, para lo que tendremos que acudir a un profesional puesto que si el nivel de sodio en su cuerpo es demasiado elevado, la afección podría llegar a ser incluso mortal