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Demencia senil en perros

La demencia senil en las mascotas es una alteración muy común en la práctica clínica diaria, aunque su diagnóstico y tratamiento son aspectos difusos debido a la inespecificidad de los signos clínicos, por lo que es necesario su conocimiento y estudio.

Qué es la demencia senil en perros

La demencia senil en perros, también conocida como síndrome de disfunción cognitiva, es una enfermedad degenerativa que se produce con frecuencia en animales geriátricos de

Se caracteriza por una alteración comportamental del paciente, de tal manera que el propietario y el profesional veterinario observan una pérdida progresiva de funciones cognitivas. Algunos de los aspectos que se ven afectados ante esta situación son:

  • La memoria
  • La capacidad de aprendizaje
  • El reconocimiento
  • La percepción del entorno

Sin embargo, esta patología no sólo afecta a la etología del paciente, ya que también está asociado a un cuadro clínico de alteraciones locomotoras, sensoriales y orgánicas del perro.

Neurofisiología y cuadro clínico

Existen determinados cambios químicos y físicos que se encuentran asociados a la edad y son los principales causantes de la demencia senil en perros. A nivel del encéfalo se produce atrofia cortical, dilatación de los surcos cerebrales, aumento del tamaño de los ventrículos y retracción de las circunvoluciones. No obstante, el hallazgo anatómico más significativo en esta patología es la pérdida progresiva de neuronas conforme el paciente va aumentando su edad.

Diversos estudios realizados a lo largo de los años asocian la proteína quinasa C (PDK), proteína quinasa A (PKA) y a la proteína quinasa dependiente del AMPC con la memoria tanto a corto como a largo plazo en los perros debido, por un lado, a sus localizaciones en el hipocampo y, por otro lado, a su función de fosforilación a diversos sustratos del cerebro.

Las manifestaciones clínicas de la disfunción cognitiva canina abarcan desde pequeños signos como desorientación, dificultad para localizar la comida o reducción de las interacciones sociales, hasta alteraciones más graves como cambios en el ciclo del sueño, o la disminución de actividad física y respuesta sensorial a estímulos.

Nutrición y adaptaciones en la rutina

El síndrome de disfunción cognitiva es un proceso que no tiene cura, por lo que tanto los propietarios como el profesional veterinario precisan de distintas técnicas para paliar y retrasar, en la medida de lo posible, el cuadro clínico.

Uno de los aspectos fundamentales en el tratamiento de la demencia senil en los perros es la terapia nutricional. Es decir, una dieta acorde a la etapa de su vida ( animales senior)

Por otro lado, también resulta necesario realizar cambios en la rutina diaria del perro para adaptarla a sus nuevas necesidades (abordaje etológico), incluyendo:

  • Paseos cortos.
  • Órdenes sencillas.
  • Reforzar el adiestramiento en positivo.
  • Simplificar los juegos.
  • Añadir al ambiente distintos olores y objetos para despertar su curiosidad.

Conclusión

El síndrome de disfunción cognitiva en los perros es una patología muy común en animales geriátricos con un cuadro clínico comportamental inespecífico. Para la mejora de la calidad de vida del animal es imprescindible una combinación de terapia dietética y etológica que cubra sus necesidades y retrase los signos clínicos.

 

Fuente Advance ( modificado)

 

Enfermedad renal en gatos

Como en nosotros, el metabolismo del gato produce desechos que necesitan eliminarse del organismo. Algunos de ellos son hidrosolubles, así que su eliminación depende de los riñones.

Cuando estos órganos no cumplen con su cometido, uno de los trastornos que pueden aparecer es la enfermedad renal crónica felina, cuyo componente degenerativo hace que sea más común en los gatos mayores; de hecho, es la causa principal de muerte no accidental en gatos con una edad superior a los 15 años.

Lamentablemente, los gatos jóvenes también pueden padecer algún fallo renal, debido, entre otras muchas causas, a infecciones bacterianas, o malformaciones genéticas de sus riñones, lo que pone en riesgo su salud.

Esta disfunción nada tiene que ver con los cálculos renales, mucho menos con los cálculos urinarios del gato. No debe confundirnos que tanto los cálculos urinarios como la insuficiencia renal requieran una alimentación adaptada, ya que los alimentos para gatos con problemas urinarios  nada tienen que ver con los de una dieta renal para gatos.

 

Síntomas de enfermedad renal en gatos

 

Se debe sospechar que padece una enfermedad renal crónica si:

  • Un gato bebe más de lo normal
  • El aliento le huele a “orina”
  • Pierde el apetito 
  • Adelgaza extremadamente

De ser así, la visita al veterinario es obligatoria y urgente. No debemos dejar que la enfermedad avance porque el gato puede padecer trastornos nerviosos capaces de llevarle al coma y su posterior muerte.

 

Tratamiento de la enfermedad renal en gatos

 

La única persona cualificada para diagnosticar la enfermedad renal que afecta a tu gato es el veterinario, quien hará las pruebas que considere necesarias, incluso si la urea del gato está alta.

Por la naturaleza de esta enfermedad y aunque la comida para gatos que le das al tuyo sea saludable y equilibrada, casi con toda seguridad el veterinario te recomendará que le cambies su alimentación por una dieta renal para gatos

Existen métodos novedosos que permiten diagnosticar la enfermedad renal crónica de forma precoz en chequeos rutinarios. Si se diagnostica en una fase inicial es probable que el veterinario prescriba una dieta sénior, en las fases más avanzadas la dieta renal será la indicada.

 

Si observas algún síntoma en tu gato  acude a tu veterinario.

 

Fuente Royal Canin

Desparasitación interna en perros

Antes que nada, debes saber que no es lo mismo la desparasitación interna en perros que la desparasitación externa. La primera no responde a un método de prevención, es decir, no evita que el perro se infeste con parásitos , sino que ataca a las diferentes especies de parásitos  internos que entran en contacto con el organismo del perro, se trata entonces de un tratamiento profiláctico. El segundo tipo de desparasitación, la externa, sí que se trata de un método preventivo, repele a las pulgas y a las garrapatas para que no muerdan al perro, y si llegan a picar a tu compañero, dicho tratamiento elimina las pulgas y las garrapatas antes de que le puedan transmitir alguna enfermedad.

 

Desparasitación interna

 

La pastilla antiparasitaria en perros es el método de desparasitación interna por excelencia. Ésta suele administrarse cada 3 meses, 4 veces al año, coincidiendo con los cambios estacionales; de manera que nos sea más fácil de recordar para nosotros. Además de los comprimidos orales o pastilla antiparasitaria, también existe el mismo tratamiento en formato de pipeta o de inyectable.

 

Si sospechas que tu perro ya ha sido infestado internamente porque notas alguno de los síntomas descritos anteriormente como, gusanos en las heces, deberás llevarle rápidamente a tu veterinario para que examine su estado de salud y le administre el tratamiento que le proteja de dichos Parásitos . Los problemas que puede sufrir un perro con lombrices u otros parásitos  internos como los gusanos del corazón, son muy graves y debes desparasitarle de inmediato. Normalmente con una pastilla antiparasitaria a tiempo es suficiente.

 

Si crees que tu perro puede estar parasitado o quieres seguir una buena y correcta pauta de desparasitación  interna visitanos.

 

Fuente Purina