Las glándulas anales son glándulas exocrinas situadas en el recto de los perros. Estas glándulas producen una sustancia oleosa, conocida como “sudor anal”, que contiene feromonas que permiten a los perros comunicarse. El olor puede ser a veces un poco desagradable, pero es una forma natural para los perros de comunicar su estado emocional y marcar su territorio.
Las glándulas anales tienen una función importante para los perros, por lo que es importante que sean examinadas regularmente por un veterinario. Estas glándulas pueden ser susceptibles a la inflamación, el aumento de tamaño y la infección. Si no se tratan a tiempo, estas enfermedades pueden llevar a la formación de abscesos y quistes, que pueden ser dolorosos para el perro.
Las glándulas anales también pueden bloquearse, lo que impide que se libere el sudor y puede provocar dolor y malestar. Si los síntomas persisten, es importante que consulte con un veterinario para que puedan tratar el problema.
Para mantener a su perro saludable, es importante que los dueños revise sus glándulas anales con regularidad para detectar problemas tempranos. Esto puede ayudar a prevenir enfermedades graves y, en última instancia, asegurar la buena salud de su perro.