Como en nosotros, el metabolismo del gato produce desechos que necesitan eliminarse del organismo. Algunos de ellos son hidrosolubles, así que su eliminación depende de los riñones.
Cuando estos órganos no cumplen con su cometido, uno de los trastornos que pueden aparecer es la enfermedad renal crónica felina, cuyo componente degenerativo hace que sea más común en los gatos mayores; de hecho, es la causa principal de muerte no accidental en gatos con una edad superior a los 15 años.
Lamentablemente, los gatos jóvenes también pueden padecer algún fallo renal, debido, entre otras muchas causas, a infecciones bacterianas, o malformaciones genéticas de sus riñones, lo que pone en riesgo su salud.
Esta disfunción nada tiene que ver con los cálculos renales, mucho menos con los cálculos urinarios del gato. No debe confundirnos que tanto los cálculos urinarios como la insuficiencia renal requieran una alimentación adaptada, ya que los alimentos para gatos con problemas urinarios nada tienen que ver con los de una dieta renal para gatos.
Síntomas de enfermedad renal en gatos
Se debe sospechar que padece una enfermedad renal crónica si:
- Un gato bebe más de lo normal
- El aliento le huele a “orina”
- Pierde el apetito
- Adelgaza extremadamente
De ser así, la visita al veterinario es obligatoria y urgente. No debemos dejar que la enfermedad avance porque el gato puede padecer trastornos nerviosos capaces de llevarle al coma y su posterior muerte.
Tratamiento de la enfermedad renal en gatos
La única persona cualificada para diagnosticar la enfermedad renal que afecta a tu gato es el veterinario, quien hará las pruebas que considere necesarias, incluso si la urea del gato está alta.
Por la naturaleza de esta enfermedad y aunque la comida para gatos que le das al tuyo sea saludable y equilibrada, casi con toda seguridad el veterinario te recomendará que le cambies su alimentación por una dieta renal para gatos
Existen métodos novedosos que permiten diagnosticar la enfermedad renal crónica de forma precoz en chequeos rutinarios. Si se diagnostica en una fase inicial es probable que el veterinario prescriba una dieta sénior, en las fases más avanzadas la dieta renal será la indicada.
Si observas algún síntoma en tu gato acude a tu veterinario.
Fuente Royal Canin