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Displasia de caderas en perro

La displasia de caderas en perros es una enfermedad congénita que afecta el desarrollo normal de la articulación de la cadera en los caninos. Esta enfermedad se caracteriza por la formación anormal de la cavidad glenoidal y el cuello femoral, lo que provoca una mala articulación entre el hueso pelviano y el fémur. Los perros afectados por esta enfermedad suelen presentar dolor y cojera, y en algunos casos pueden desarrollar displasia grave, lo que requiere un tratamiento quirúrgico.

El control y manejo de pacientes con ésta enfermedad se lleva a cabo mediante tratamiento médico o quirúrgico. Éste último, mediante cirugías que prevengan la aparición de la EDA y la artrosis o haciendo un reemplazo total de la articulación afectada (prótesis de cadera).

Las medidas de control más eficaces para disminuir la incidencia de esta enfermedad en perros de raza, pasa por la detección temprana de los individuos displásicos, mediante estudios radiológicos individuales y su retirada de los programas de reproducción.

Posiblemente, la displasia de cadera sea la patología ortopédica más frecuente en perros.

Aunque la auténtica causa determinante del desarrollo de la enfermedad en perros no está clara del todo y, a día de hoy, siguen existiendo lagunas de conocimiento preciso, sí es aceptado de forma general, la implicación de múltiples genes (poligénica), con interacción medioambiental (factores no genéticos), como la alimentación y la velocidad de crecimiento.

La fase inicial de la enfermedad suele ser asintomática, caracterizada por la presencia de sinovitis, con un incremento del volumen del líquido sinovial, engrosamiento de la membrana y de la cápsula fibrosa. Igualmente está descrito el aumento de grosor del ligamento redondo y el desarrollo de una prominencia del labio acetabular cartilaginoso. En definitiva, los signos claros de la instauración de una enfermedad degenerativa articular.

Ante cualquier síntoma acuda a su veterinario

Glándulas anales en perros

Las glándulas anales son glándulas exocrinas situadas en el recto de los perros. Estas glándulas producen una sustancia oleosa, conocida como “sudor anal”, que contiene feromonas que permiten a los perros comunicarse. El olor puede ser a veces un poco desagradable, pero es una forma natural para los perros de comunicar su estado emocional y marcar su territorio.

Las glándulas anales tienen una función importante para los perros, por lo que es importante que sean examinadas regularmente por un veterinario. Estas glándulas pueden ser susceptibles a la inflamación, el aumento de tamaño y la infección. Si no se tratan a tiempo, estas enfermedades pueden llevar a la formación de abscesos y quistes, que pueden ser dolorosos para el perro.

Las glándulas anales también pueden bloquearse, lo que impide que se libere el sudor y puede provocar dolor y malestar. Si los síntomas persisten, es importante que consulte con un veterinario para que puedan tratar el problema.

Para mantener a su perro saludable, es importante que los dueños revise sus glándulas anales con regularidad para detectar problemas tempranos. Esto puede ayudar a prevenir enfermedades graves y, en última instancia, asegurar la buena salud de su perro.

¿La leishmania se cura?

La leishmaniasis del perro no tiene cura, pero con un tratamiento adecuado el perro puede tener una buena calidad de vida

Una alimentación de buena calidad, el tratamiento apropiado, así como los controles para prevenir nuevos brotes de la enfermedad, son las pautas que hay que seguir para mantener a raya esta dolencia en el perro.

El tratamiento específico y único de la leishmaniasis en el perro no existe. Cada caso es distinto y puede afectar a diferentes órganos del cánido y en distinto grado. Por lo tanto, será el veterinario quien determine el tratamiento más adecuado para el animal, pero siempre con un objetivo: lograr el mayor grado posible de calidad de vida para el perro.

La leishmaniasis del perro puede controlarse con el tratamiento veterinario adecuado y una alimentación rica en omega 3

La leishmaniasis canina puede ser cutánea o visceral. En el primer caso, el diagnóstico de la enfermedad es menos grave que en el visceral y afecta sobre todo al funcionamiento renal. Y en ambos casos, precisa de controles de por vida para detectar posibles rebrotes. Por ello, las medidas preventivas antiparasitarias, como mantener a raya a los mosquitos transmisores de la enfermedad, son la mejor de manera de evitar que el perro contraiga la leishmaniasis.

La leishmaniasis es una enfermedad de origen parasitario, por lo que debe combatirse desde dos frentes: contra el insecto y contra los propios síntomas asociados a la dolencia, como lesiones en la piel del perro, pérdida de peso y falta de apetito en el perro, lesiones oculares, cojeras, anemia o fallo renal, entre otros.

El tratamiento para paliar los síntomas de la leishmaniasis puede durar semanas, y se puede conseguir mitigarlos, pero el parásito siempre permanecerá en el perro. Los síntomas pueden reaparecer, y entonces hay que repetir el tratamiento contra la dolencia.

Existen distintos medicamentos para tratar los síntomas de la leishmaniasis. El perro que padece leishmaniasis no necesita tratamiento en determinados momentos, cuando los síntomas de la enfermedad están bajo control.

Además, determinadas circunstancias pueden desencadenar un brote de leishmaniasis o, por el contrario, pueden mantener a raya la enfermedad. Una alimentación de calidad para el perro (pienso de gama alta) o incluso específico para los perros que padecen la enfermedad ayuda a mantener en forma sus defensas.

Perro enfermo de leishmaniasis, ¿cómo evitar recaídas?

Nunca se consigue eliminar del todo el parásito que provoca la leishmaniasis en el perro. Por ello, son necesarias las revisiones veterinarias que detecten posibles rebrotes de la enfermedad.

Un perro con leishmaniasis puede volver a contagiarse con la picadura del mosquito que transmite la enfermedad

Además, existen situaciones que pueden reavivar los síntomas, como el cáncer en el perro. Por eso, si se quieren paliar los signos de esta dolencia, hay que procurar que el animal no enferme y valorar las consecuencias de realizar una operación quirúrgica.

El frío también puede resultar el desencadenante de un nuevo brote. Sobre todo, si duerme a la intemperie, a temperaturas muy bajas para él. Y es que cualquier factor que provoque una bajada de las defensas del animal enfermo puede reactivar los síntomas de la leishmaniasis.

Fuente consumer ( editado )

 

 

 

Demencia senil en perros

El envejecimiento comporta cambios progresivos e irreversibles en los órganos del cuerpo, incluyendo el cerebro, que pueden causar alteraciones en el comportamiento de los perros.

La artrosis, y la pérdida de agudeza visual y auditiva, son ejemplos de estos cambios progresivos experimentados por los perros mayores. Cuando se producen cambios del comportamiento del perro como consecuencia de estos aspectos, la exploración física y las pruebas de diagnóstico habituales que realiza el veterinario permiten detectar su posible origen.

ALZHEIMER EN PERROS

El envejecimiento del cerebro, también ocasiona alteraciones específicas del comportamiento. El perro puede sufrir problemas relacionados con la memoria, los procesos de aprendizaje, y el estado de alerta y respuesta a estímulos. En estos casos, podemos hablar de demencia senil en perros. Estos cambios suelen sucederse de forma progresiva, principalmente a partair de los 10 años de edad del perro. No siempre se manifiestan todos a la vez. Se calcula que más de un 50% de los perros de 15 años presenta, al menos uno, de estos signos. En muchas ocasiones, el propietario atribuye estos cambios al simple proceso de envejecimiento, pero la aparición de varios signos al principio de la etapa sénior, unido a una progresión más rápida de lo habitual, pueden ser reflejo de un problema específico llamado “síndrome de disfunción cognitiva” del perro. El síndrome de disfunción cognitiva se contempla como un proceso análogo al experimentado por las personas que sufren la enfermedad de Alzheimer. A día de hoy, se desconoce la causa exacta de este síndrome, aunque podría haber factores genéticos implicados.

 

Como ocurre con otras enfermedades, el diagnóstico precoz es muy importante, porque permite corregir o mejorar alguno de los signos, y frenar el deterioro irreversible que sufre el cerebro del perro. Por ello, aunque te parezca que lo que le ocurre a tu perro mayor es completamente normal debido a su avanzada edad, merece la pena que se lo comentes al veterinario durante las visitas periódicas.

SÍNTOMAS DE ALZHEIMER EN PERROS

Además de la falta de memoria, la lentitud para aprender nuevas tareas, y la falta de respuesta a estímulos, tu perro puede experimentar desorientación, dificultad para seguir las rutas de paseo, menos deseos de jugar, falta de apetito, alteraciones en los horarios de sueño y vigilia, mayor irritabilidad, incontinencia fecal y urinaria, olvido de las normas de la casa, y otros. Ante la sospecha de padecimiento del “síndrome de disfunción cognitiva”, es probable que el veterinario le realice a tu perro una exploración física y neurológica, y solicite pruebas específicas para descartar otras enfermedades que podrían explicar alguno de los síntomas experimentados por tu perro.

El tratamiento de la demencia senil en perros se centra inicialmente en el enriquecimiento ambiental, y en la estimulación física y mental del animal. Se ha estudiado que estos ejercicios, unidos al enriquecimiento ambiental frenan el deterioro del cerebro y mejoran los síntomas. Es habitual utilizar rutinas diarias de juego, ejercicio y adiestramiento, así como recurrir a juguetes que requieran la práctica de la memoria de tu perro.

En algunos casos, el veterinario puede recomendarte el uso de algún medicamento que permita mantener la circulación sanguínea adecuada en el cerebro de tu perro, o que disminuya la concentración de radicales libres y aumente la de algún neurotransmisor, con el objetivo de mejorar alguno de los signos y frenar su progresión. A parte de los medicamentos, el veterinario te recomendará una dieta equilibrada, formulada específicamente con niveles elevados de vitaminas antioxidantes y antiinflamatorios naturales, que puede ayudar a mejorar las funciones cognitivas del perro. Además, debido a que el cerebro suele usar la Glucosa como combustible preferente para poder realizar sus funciones, y el envejecimiento puede dificultar el uso de la Glucosa como combustible, la ingestión de determinados ingredientes permite obtener sustancias que el cerebro utilizará como fuente de energía alternativa a la Glucosa, mejorando así el rendimiento de tu perro.

Una vez diagnosticado el “síndrome de disfunción cognitiva”, el veterinario te marcará un calendario de visitas periódicas para poder realizar un seguimiento de la enfermedad. Si tu perro está estable, bastará con dos o tres visitas anules. En el caso de que detectes nuevos síntomas o alteraciones en el comportamiento de tu perro, es aconsejable que adelantes las visitas para que el veterinario puede actuar con la anticipación necesaria.

 

 

 

Fuente Purina

 

 

La “Tos de las perreras” o traqueobronquitis infecciosa canina

Ahora que han bajado las temperaturas  es importante tener en cuenta que existe una enfermedad llamada vulgarmente “tos de las perreras “.La traqueo bronquitis infecciosa canina ( tos de las perrreras) es la enfermedad que más aqueja a los perros cuando bajan las temperaturas . Se manifiesta principalmente como una tos persistente como si el perro tuviera algo atragantado en la garganta. No obstante, es relevante recordar  que existe una vacuna para ello.
Si quieres más información sobre dicha vacuna o cita para ponerla ponte en contacto con nosotros.

La tos de las perreras (o traqueobronquitis infecciosa canina) es una enfermedad respiratoria muy contagiosa. Los perros suelen contraerla cuando entran en contacto con otros perros en determinados entornos como perreras, residencias o exhibiciones caninas.

¿Qué es la tos de las perreras?

La tos de las perreras es una enfermedad respiratoria muy contagiosa que puede propagarse rápidamente entre los perros, especialmente si están muy cerca entre sí.

¿Cuáles son los síntomas de la tos de las perreras?

Los síntomas más habituales de la tos de las perreras son los espasmos de tos seca fuerte, que pueden ir seguidos de arcadas y náuseas. La gravedad de la tos suele disminuir durante los cinco primeros días, pero la enfermedad persiste entre 10 y 20 días. Puede ser más o menos grave según la edad y el estado de salud general del perro o del cachorro.

Otros síntomas pueden ser:

  • secreción nasal
  • estornudos
  • secreción ocular

¿Qué causa la tos de las perreras?

Los perros suelen contraer la tos de las perreras cuando están muy cerca de otros perros en determinados entornos como perreras, residencias o exhibiciones caninas. Se puede transmitir cuando un perro infectado entra en contacto con otro o cuando comparten objetos contaminados como recipientes de comida o de agua.

¿Puedo vacunar a mi perro contra la tos de las perreras?

La tos de las perreras se puede prevenir con vacuna. El veterinario te ayudará a elegir el programa de vacunación que mejor se adapte a tu amigo, en función de los riesgos a los que se vaya a enfrentar por su estilo de vida, de los diferentes entornos a los que esté expuesto y de las actividades en las que participe.

¿Qué debo hacer si creo que mi perro se ha contagiado?

Los signos clínicos de la tos de las perreras son fácilmente identificables. Si crees que tu perro  presenta alguno de estos signos clínicos, consulta con tu veterinario. Este le realizará una serie de pruebas diagnósticas para determinar si ha contraído la enfermedad y te podrá recomendar el mejor tratamiento.

Para asegurarte de que tu perro no contraiga la tos de las perreras si va a estar en contacto con otros perros, informa siempre al veterinario con antelación de esta próxima situación.

¿Por qué tirita mi perro?

Es una cuestión que preocupa a  muchos propietarios de perros .

Tenemos que tener en cuenta que cuando un  perro tiembla se puede deber a un estimulo externo, al igual que sucede con los humanos, o bien como síntoma de una enfermedad, por sensación de dolor , incluso por una intoxicación, etc.

Si tu amigo tiembla sin motivo aparente -frio, fiebre, miedo- debes saber que hay razas más propensas a ello, como por ejemplo, el doberman, chihuahua, yorkshire, chow chow, bulldog, dálmata,etc.

Puede que tu compañero tiemble:

–          Mientras duerme, esto no debería preocuparnos pues al igual que nosotros pueden tener reacciones involuntarias mientras que sueñan.

–         Son las bajas temperaturas es normal que perciban el frio, por lo que tu perro puede temblar para mantener sus músculos calientes.

–         Puede que también tiemble tu perro tiene una temperatura corporal superior de 39º, pues estaríamos hablando de fiebre.

–         Podemos encontrarnos con temblores es ciertas zonas como las patas o las caderas. Puede que sean motivo de alguna enfermedad inflamatoria o problemas articulares

–          También por el uso de determinados medicamentos para ello lee los efectos secundarios.

–          Por intoxicación o envenenamiento. Estos suelen ir acompañados de vómitos.

Ahora que ya conoces algunos de los motivos por los que tu perro puede temblar, ¡recuerda cuál puede ser su causa y cómo solucionarlo! Y ante la mínima duda, no olvides acudir a tu veterinario de confianza.