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¿Está mi perro enfermo? ¿Cómo puedo saberlo?

Tienes un perro y se comporta de forma extraña, sospechas que algo no va bien  y es posible que no sepas cómo saber si está realmente enfermo.

A continuación te dejamos  algunos síntomas de enfermedad, como los vómitos o la diarrea, que  pueden ser evidentes, aunque otros muchos comportamientos vinculados a una enfermedad son difíciles de identificar si no se sabe qué buscar. A continuación, describimos algunas situaciones y signos que pueden ayudarte a averiguar si tu perro podría estar enfermo, y cuándo deberías considerar ponerte en contacto con tu veterinario.

No comer

La mayoría de los perros rara vez dicen que no a un alimento o a un premio especial, sobre todo si se lo pones delante. Si tu perro no come con el ánimo habitual, debes comenzar a prestar mayor atención. Hay muchas cosas que pueden hacer que un perro deje de comer, como las náuseas, el dolor de muelas, la ansiedad, las infecciones víricas y el dolor de estómago.

Pasarse el día acostado

Si notas que tu perro duerme más, se queda atrás durante sus paseos, no se interesa por el juego o no juega tanto como antes, es posible que algo vaya mal. A veces, simplemente hace demasiado calor fuera para jugar y hacer ejercicio. Cuando suben las temperaturas, los perros son por naturaleza un poco más perezosos. Por otro lado, si no hace calor, este comportamiento indica que puede haber algo más.

Hay muchas cosas que pueden causar la pérdida de energía en un perro. Cualquier tipo de infección, ya sea vírica, bacteriana o fúngica, puede provocar una pérdida de energía. Las enfermedades cardiacas o los problemas respiratorios de cualquier tipo pueden hacer que un perro se sienta cansado. Los trastornos hormonales, como un nivel bajo de la tiroides, pueden causar un mayor letargo. La obesidad puede hacer que el perro duerma más porque le resulta agotador desplazarse. La obesidad también puede conducir a enfermedades degenerativas de las articulaciones, dificultando aún más que puedan correr o jugar. Esto puede provocar una espiral frustrante en la que como tu perro tiene dificultades para hacer ejercicio, gana más peso y esto le lleva a poder hacer aún menos ejercicio. El cáncer, las enfermedades hepáticas, las enfermedades renales y las afecciones neurológicas como las convulsiones o la disfunción cognitiva canina (también conocida como enfermedad de Alzheimer canina) también pueden hacer que un perro se muestre cansado.

Si tu perro ya es mayor, piensa que su capacidad de movimiento puede ser menor debido a su avanzada edad. Si bien es cierto que los perros se mueven menos a medida que envejecen, esto no significa que deban dejar de moverse por completo. Los perros mayores (los que tienen siete años o más) todavía pueden moverse y hacer ejercicio. Si tu perro mayor no parece jugar como antes, merece la pena llamar al veterinario y que lo revise para descartar cualquier posible dolencia. A medida que tu perro envejece, es probable que tu veterinario quiera realizar pruebas adicionales para asegurarse de que se mantiene en plena forma.

El dolor también puede hacerse pasar por pérdida de energía. Los problemas gastrointestinales que causan dolor en el vientre pueden hacer que un perro actúe de forma letárgica, y si un perro tiene dolor por una enfermedad articular artrítica, el dolor puede manifestarse simplemente durmiendo más. En definitiva, un aumento del sueño o la pereza indica, sin lugar a dudas, un problema. Si dura más de un día, llama a tu veterinario. Siempre es mejor ser proactivo y llamar al veterinario que preguntarte durante días si tu perro está enfermo.

Beber mucha agua

Si notas que tu perro vacía constantemente el cuenco de agua, pide que le dejes salir más a menudo o tiene accidentes por casa, es posible que esté enfermo. Beber mucho debido a una sed excesiva se llama polidipsia. Algunas de las causas más comunes de la polidipsia son las anomalías hormonales, como la diabetes mellitus o el hiperadrenocorticismo, también conocido como enfermedad de Cushing. Las enfermedades renales y las infecciones uterinas graves también pueden hacer que un perro beba más. Si notas que tu perro bebe más de lo normal, no hace calor fuera y el comportamiento dura más de un día o dos, llama a tu veterinario y pide cita.

 Poder sentir sus costillas

La pérdida de peso puede ser difícil de detectar, especialmente si tu perro tiene el pelo largo. A veces, los propietarios no se dan cuenta de que su perro ha perdido peso hasta que el veterinario lo pesa. Los perros pierden peso por una de estas dos razones: o no están comiendo o absorbiendo suficientes nutrientes, o están quemando demasiadas calorías. El cáncer, la diabetes, las enfermedades hepáticas y renales, así como otras enfermedades, provocan la pérdida de peso. Si notas que las costillas o las caderas de tu perro sobresalen, entonces podría estar enfermo y debería ser examinado por tu veterinario.

La mejor manera de saber si algo va mal es conocer el comportamiento normal de tu perro, incluyendo sus patrones de alimentación, bebida, orina y defecación, así como el aspecto normal de sus heces y su nivel normal de energía. Cuando acaricies a tu perro, tócalo por todas partes y busca cualquier cosa fuera de lo normal, como sarpullidos o bultos. También puedes evaluar el peso de tu perro analizando una serie de signos físicos como el grosor de la cola, la visibilidad de las costillas o el ancho de la espalda.

Tú conoces a tu perro mejor que nadie, y si algo te hace pensar que le pasa algo o que está enfermo, confía en tu instinto y recurre a tu veterinario.

 

¿La leishmania se cura?

La leishmaniasis del perro no tiene cura, pero con un tratamiento adecuado el perro puede tener una buena calidad de vida

Una alimentación de buena calidad, el tratamiento apropiado, así como los controles para prevenir nuevos brotes de la enfermedad, son las pautas que hay que seguir para mantener a raya esta dolencia en el perro.

El tratamiento específico y único de la leishmaniasis en el perro no existe. Cada caso es distinto y puede afectar a diferentes órganos del cánido y en distinto grado. Por lo tanto, será el veterinario quien determine el tratamiento más adecuado para el animal, pero siempre con un objetivo: lograr el mayor grado posible de calidad de vida para el perro.

La leishmaniasis del perro puede controlarse con el tratamiento veterinario adecuado y una alimentación rica en omega 3

La leishmaniasis canina puede ser cutánea o visceral. En el primer caso, el diagnóstico de la enfermedad es menos grave que en el visceral y afecta sobre todo al funcionamiento renal. Y en ambos casos, precisa de controles de por vida para detectar posibles rebrotes. Por ello, las medidas preventivas antiparasitarias, como mantener a raya a los mosquitos transmisores de la enfermedad, son la mejor de manera de evitar que el perro contraiga la leishmaniasis.

La leishmaniasis es una enfermedad de origen parasitario, por lo que debe combatirse desde dos frentes: contra el insecto y contra los propios síntomas asociados a la dolencia, como lesiones en la piel del perro, pérdida de peso y falta de apetito en el perro, lesiones oculares, cojeras, anemia o fallo renal, entre otros.

El tratamiento para paliar los síntomas de la leishmaniasis puede durar semanas, y se puede conseguir mitigarlos, pero el parásito siempre permanecerá en el perro. Los síntomas pueden reaparecer, y entonces hay que repetir el tratamiento contra la dolencia.

Existen distintos medicamentos para tratar los síntomas de la leishmaniasis. El perro que padece leishmaniasis no necesita tratamiento en determinados momentos, cuando los síntomas de la enfermedad están bajo control.

Además, determinadas circunstancias pueden desencadenar un brote de leishmaniasis o, por el contrario, pueden mantener a raya la enfermedad. Una alimentación de calidad para el perro (pienso de gama alta) o incluso específico para los perros que padecen la enfermedad ayuda a mantener en forma sus defensas.

Perro enfermo de leishmaniasis, ¿cómo evitar recaídas?

Nunca se consigue eliminar del todo el parásito que provoca la leishmaniasis en el perro. Por ello, son necesarias las revisiones veterinarias que detecten posibles rebrotes de la enfermedad.

Un perro con leishmaniasis puede volver a contagiarse con la picadura del mosquito que transmite la enfermedad

Además, existen situaciones que pueden reavivar los síntomas, como el cáncer en el perro. Por eso, si se quieren paliar los signos de esta dolencia, hay que procurar que el animal no enferme y valorar las consecuencias de realizar una operación quirúrgica.

El frío también puede resultar el desencadenante de un nuevo brote. Sobre todo, si duerme a la intemperie, a temperaturas muy bajas para él. Y es que cualquier factor que provoque una bajada de las defensas del animal enfermo puede reactivar los síntomas de la leishmaniasis.

Fuente consumer ( editado )

 

 

 

Demencia senil en perros

El envejecimiento comporta cambios progresivos e irreversibles en los órganos del cuerpo, incluyendo el cerebro, que pueden causar alteraciones en el comportamiento de los perros.

La artrosis, y la pérdida de agudeza visual y auditiva, son ejemplos de estos cambios progresivos experimentados por los perros mayores. Cuando se producen cambios del comportamiento del perro como consecuencia de estos aspectos, la exploración física y las pruebas de diagnóstico habituales que realiza el veterinario permiten detectar su posible origen.

ALZHEIMER EN PERROS

El envejecimiento del cerebro, también ocasiona alteraciones específicas del comportamiento. El perro puede sufrir problemas relacionados con la memoria, los procesos de aprendizaje, y el estado de alerta y respuesta a estímulos. En estos casos, podemos hablar de demencia senil en perros. Estos cambios suelen sucederse de forma progresiva, principalmente a partair de los 10 años de edad del perro. No siempre se manifiestan todos a la vez. Se calcula que más de un 50% de los perros de 15 años presenta, al menos uno, de estos signos. En muchas ocasiones, el propietario atribuye estos cambios al simple proceso de envejecimiento, pero la aparición de varios signos al principio de la etapa sénior, unido a una progresión más rápida de lo habitual, pueden ser reflejo de un problema específico llamado “síndrome de disfunción cognitiva” del perro. El síndrome de disfunción cognitiva se contempla como un proceso análogo al experimentado por las personas que sufren la enfermedad de Alzheimer. A día de hoy, se desconoce la causa exacta de este síndrome, aunque podría haber factores genéticos implicados.

 

Como ocurre con otras enfermedades, el diagnóstico precoz es muy importante, porque permite corregir o mejorar alguno de los signos, y frenar el deterioro irreversible que sufre el cerebro del perro. Por ello, aunque te parezca que lo que le ocurre a tu perro mayor es completamente normal debido a su avanzada edad, merece la pena que se lo comentes al veterinario durante las visitas periódicas.

SÍNTOMAS DE ALZHEIMER EN PERROS

Además de la falta de memoria, la lentitud para aprender nuevas tareas, y la falta de respuesta a estímulos, tu perro puede experimentar desorientación, dificultad para seguir las rutas de paseo, menos deseos de jugar, falta de apetito, alteraciones en los horarios de sueño y vigilia, mayor irritabilidad, incontinencia fecal y urinaria, olvido de las normas de la casa, y otros. Ante la sospecha de padecimiento del “síndrome de disfunción cognitiva”, es probable que el veterinario le realice a tu perro una exploración física y neurológica, y solicite pruebas específicas para descartar otras enfermedades que podrían explicar alguno de los síntomas experimentados por tu perro.

El tratamiento de la demencia senil en perros se centra inicialmente en el enriquecimiento ambiental, y en la estimulación física y mental del animal. Se ha estudiado que estos ejercicios, unidos al enriquecimiento ambiental frenan el deterioro del cerebro y mejoran los síntomas. Es habitual utilizar rutinas diarias de juego, ejercicio y adiestramiento, así como recurrir a juguetes que requieran la práctica de la memoria de tu perro.

En algunos casos, el veterinario puede recomendarte el uso de algún medicamento que permita mantener la circulación sanguínea adecuada en el cerebro de tu perro, o que disminuya la concentración de radicales libres y aumente la de algún neurotransmisor, con el objetivo de mejorar alguno de los signos y frenar su progresión. A parte de los medicamentos, el veterinario te recomendará una dieta equilibrada, formulada específicamente con niveles elevados de vitaminas antioxidantes y antiinflamatorios naturales, que puede ayudar a mejorar las funciones cognitivas del perro. Además, debido a que el cerebro suele usar la Glucosa como combustible preferente para poder realizar sus funciones, y el envejecimiento puede dificultar el uso de la Glucosa como combustible, la ingestión de determinados ingredientes permite obtener sustancias que el cerebro utilizará como fuente de energía alternativa a la Glucosa, mejorando así el rendimiento de tu perro.

Una vez diagnosticado el “síndrome de disfunción cognitiva”, el veterinario te marcará un calendario de visitas periódicas para poder realizar un seguimiento de la enfermedad. Si tu perro está estable, bastará con dos o tres visitas anules. En el caso de que detectes nuevos síntomas o alteraciones en el comportamiento de tu perro, es aconsejable que adelantes las visitas para que el veterinario puede actuar con la anticipación necesaria.

 

 

 

Fuente Purina

 

 

Cómo enseñar a un cachorro a “hacer sus necesidades” en la calle

Es importante  enseñar a un perro a “ir al baño”. Tanto si se trata de un cachorro como de un  adulto.

Convivir con un perro que no ha aprendido a orinar o defecar fuera de casa puede ser un problema. Para saber cómo enseñar a un perro a hacer sus necesidades fuera de casa, o bien en un lugar concreto, hay que tener muy claros los siguientes puntos:

Para enseñarle lo importante es tener mucha paciencia y perseverancia. Durante todo el proceso de aprendizaje, tenemos que estar muy atentos al perro y supervisar su comportamiento para intuir y anticipar cuándo tiene ganas de orinar o defecar. La supervisión es la primera instrucción a seguir. Es imposible enseñar a un perro a hacer sus necesidades en la calle o el jardín si no estamos con él cuando orina o defeca.

Por norma general, los perros suelen tener cierta rutina a la hora de hacer sus necesidades. Estos tres momentos son muy propicios para que un perro tenga ganas de orinar o defecar:

  • Después de comer
  • Después de dormir toda la noche
  • Después de jugar

La idea es estar muy atentos durante todo el proceso de aprendizaje y sacar al perro a la calle, al jardín o llevarlo a la zona destinada como “baño”, inmediatamente después de dormir, de comer o de una sesión de juego activo.

Si nuestro perro recibe un premio cada vez que hace sus necesidades donde le pedimos, pronto aprenderá que le compensa más hacerlas allí que en otro lugar. Por tanto, si nos preguntamos cómo enseñar a nuestro perro, el refuerzo positivo es un método muy eficaz. Los premios utilizados pueden ser desde golosinas para perros hasta pedacitos de algún alimento que le guste al can o caricias y palabras cariñosas. Hay que escoger el tipo de refuerzo que más motiva a nuestro perro. Algunos preferirán un premio comestible pero otros estarán encantados si, simplemente, les propiciamos un rato de mimos.

Cómo enseñar a un perro si es un cachorro

En el caso de los cachorros, no debemos ser demasiado exigentes. Además, para asegurarnos de que no le estamos exigiendo al cachorro que aguante sin ir al baño más rato del que es capaz, debemos tener la siguiente regla clara: Un cachorro es capaz de aguantar un número de horas igual a los meses que tiene, más una. O sea: si tiene 4 meses, no le pidamos que aguante más de 5 horas (4 + 1). Estos aspectos son importantes a tener en cuenta para saber cómo enseñar a un perro a ir al baño si se trata de un cachorrito.

Enseñar a un perro a hacer sus necesidades en la calle quiere decir asumir la responsabilidad de que vamos a proporcionarle al animal el suficiente número de salidas para que pueda evacuar cuando lo necesite. Es imprescindible mantener un rutina mínima de salidas, de manera que el animal pueda prever que podrá orinar o defecar. Será imposible enseñar a un perro a evacuar en la calle si un día lo sacamos y otro no. Se recomienda, además, mantener horarios estables en la medida de lo posible.

 

 

 

Fuente Nutro. ( Editado)

 

¿Qué enfermedades puede un parásito transmitir a mi perro

Tanto pulgas, garrapatas como mosquitos transmiten enfermedades a tu mejor amigo con sus picaduras. ¡Te lo contamos!

Enfermedades que transmiten las garrapatas a los perros

-Parálisis por picadura

Después de 4 a 6 días de la picadura aparecen los primeros síntomas:

  • Poca o nula sensibilidad en las extremidades.
  • Cojera.
  • Poca coordinación.
  • Dificultad para respirar.
  • Vómitos.

-Borreliosis o enfermedad de Lyme:

Los indicios de esta enfermedad suelen aparecer cuando ya está en fase aguda y son los siguientes:

  • Fiebre.
  • Dolores articulares.
  • Inflamación de las articulaciones.
  • Dolores musculares.
  • Cojera.
  • Inflamación de los ganglios.
  • Letargia.
  • Anorexia.

– Babesiosis

La babesiosis la provoca un parásito  que causa anemia y fiebre principalmente, pero dependiendo del tiempo que pase hasta su diagnóstico puede afectar a otros órganos de manera más severa (como al hígado o al riñón), lo que podría causar la muerte del animal.

Enfermedades que transmiten las pulgas a los perros

-Tenia del perro

Esta enfermedad normalmente es asintomática

-Micoplasmosis

En los perros, los daños que puede causar la micoplasmosis podrían están relacionados con sus órganos reproductivos y el sistema inmunológico. Los síntomas incluyen:

  • Inflamación de las articulaciones.
  • Cojera.
  • Dificultad para moverse.
  • Fiebre.
  • Conjuntivitis.
  • Estornudos.

Enfermedades que transmiten los mosquitos a los perros

-Leishmaniosis canina

Los principales síntomas de la leishmania son:

  • Pérdida de apetito y como consecuencia también de peso.
  • Diarrea.
  • Vómitos.
  • Alopecia.
  • Sangrado de nariz.
  • Heridas en la piel.
  • Crecimiento excesivo de las uñas.

-La filariasis o “gusano del corazón”

Se trata de una patología cardiopulmonar difícil de detectar porque los síntomas no son muy evidentes. En general, estos son:

  • Tos.
  • Dificultad para hacer ejercicio.
  • Alteraciones en la respiración.

¿Cómo prevenir las enfermedades que transmiten los parásitos a los perros?

  • Las pipetas antiparasitarias (consulta siempre con el veterinario qué tipo utilizar)…
  • Los collares antiparasitarios: más populares por la comodidad y su efecto duradero, pero no valen para casos internos.
  • Y los sprays antiparasitarios: eficaces cuando el animal ya está infectado de pulga o garrapata. Indicado también para cachorros.

Qué es la Leishmaniosis canina

El protozoo Leishmania infantum se transmite a perros a través de la inyección picadura de un tipo de mosquito (flebótomo). En España la Leishmaniasis es endémica, presente en la mayor parte del territorio peninsular e Islas Baleares.

 

¿La Leishmaniosis canina afecta a todas las razas por igual?

La Leishmaniosis canina puede afectar a todas las razas de perros, aunque la seropositividad ante la infección de L. infantum se relacionó con el tamaño del perro (más incidencia en perros de raza grande respecto a pequeños).

 

¿Cuánto tarda un perro en manifestar los síntomas de la Leishmaniasis desde que recibe la picadura?

Desde el momento en que se produce el contagio a raíz de la picadura y las primeras manifestaciones de síntomas pueden pasar entre 4 y 6 meses. Si un perro positivo en Leishmaniasis es diagnosticado a tiempo y se le somete a un tratamiento al que responda adecuadamente  el paciente podrá disfrutar de una buena calidad de vida.

 

En su estado inicial, la enfermedad podrá manifestarse a través de patologías dermatológicas. Estos síntomas podrán ir acompañados -o no- de otra sintomatología no específica:

  • Atrofia muscular.
  • Apatía.
  • Episodios de fiebre.
  • Exceso de lagrimeo, párpados inflamados.
  • Cojera sin causa aparente.

También pueden aparecer síntomas más específicos como:

  • Crecimiento desproporcionado de las uñas (Onicogrifosis).
  • Ganglios inflamados/aumentados.
  • Alopecia característica (calvas, úlceras) en zonas determinadas del cuerpo, como orejas, alrededor de los ojos.
  • Delgadez y pérdida de peso sin motivo aparente.

 

Si la enfermedad evoluciona y no es diagnosticada a tiempo, en su estado más avanzado ésta afectará órganos  como riñones, bazo e hígado (hemorragias nasales, patologías renales, agrandamiento del hígado, del bazo…) y se podrá llegar a producir la muerte del animal. Así pues, al igual que en otras enfermedades potencialmente mortales, la prevención y el diagnóstico temprano son de vital importancia.

Un veterinario, a través de un examen físico completo, podrá examinar los síntomas, lesiones cutáneas y tomar muestras de sangre para realizar pruebas analíticas, que podrán revelar anemias, niveles altos o bajos de glóbulos blancos, plaquetas o proteínas en sangre y los niveles de anticuerpos

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¿Cómo se diagnostica la Leishmaniasis en perros?

 

La presencia de la Leishmania se puede confirmar a través de la detección de anticuerpos presentes en el organismo (proteínas generadas por el sistema inmunitario), o citologías para observar directamente al protozoo en el microscopio o biopsias de tejidos para confirmar su presencia en éstos (se pueden visualizar al microscopio la presencia de los parásitos en lesiones cutáneas, médula ósea, ganglios, e incluso en la mucosa rectal).

Para prevenir a nuestro perro ante en contagio de Leishmaniosis, deberemos tener en cuenta las siguientes medidas:

  1. Antiparasitarios (pipeta,collar…)
  2. Vacuna contra la Leishmania
    Se puede administrar a partir de los seis meses de edad.
  3. Test serológicos periódicos

En general, pero aún más en perros que residen en zonas endémicas, es necesario llevar a cabo tests serológicos periódicos (cada seis meses) para detectar de forma temprana la enfermedad.

Si no optamos por NINGUNA medida de protección, el riesgo de que nuestro perro sea infectado aumentará exponencialmente.

 

 

 

Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Leishmaniose-Hund.jpg

Mi perro vomita

Un perro puede vomitar simplemente porque haya comido algo que le ha sentado mal o haya ingerido demasiada cantidad de alimento. Pero también puede ser un reflejo de algo más serio que requiera atención veterinaria inmediata.

Entre las causas más comunes de vómitos en perros encontramos las infecciones del tracto digestivo, ya sean víricas (como el parvovirus) o causadas por bacterias (como la Salmonella), problemas relacionados con la dieta (intolerancias o alergias alimentarias), la presencia de parásitos intestinales, haberse tragado algún objeto que cause una obstrucción parcial o completa, mareo por movimiento (viajes en automóvil), ingestión de sustancias tóxicas (productos de limpieza o disolventes), efectos secundarios de algunas medicaciones, o la presencia de enfermedad en alguno de sus órganos vitales (páncreas, hígado o riñones).

Existe una lista muy amplia de causas, algunas de menor importancia y otras muy graves. Por ello, es muy importante que acudas al veterinario si tu perro vomita más de 3 veces seguidas en pocas horas, y si además del vómito detectas otros signos de enfermedad (diarrea, apatía, o signos de dolor), si hay presencia de sangre en el vómito, o si tu perro lleva vomitando varios días y ha perdido el apetito.

También es necesario diferenciar entre regurgitación y vómito. La regurgitación es la expulsión de alimentos que no han llegado al estómago, o que han estado en él muy poco tiempo y, en consecuencia no han sido digeridos completamente. No va acompañada de los movimientos sincopados del abdomen ni del esfuerzo típico del vómito.

Un vómito aislado u ocasional no tiene por qué ser motivo de preocupación. Sin embargo, los vómitos crónicos o frecuentes suelen responder a una situación grave. El color del vómito no tiene relación con la gravedad de la situación. Los vómitos, cuando el perro tiene el estómago vacío, suelen contener mucho moco, algo de espuma, y pueden estar teñidos de color amarillo o verdoso. Si existen lesiones en el estómago, puede aparecer sangre coagulada, con aspecto de granos de café.

Otra variable que debes tener en cuenta si tu perro vomita, viene de si has detectado un cambio en la frecuencia de ingestión de agua, tanto si bebe mucho más de lo habitual como si no bebe en absoluto. Y lo mismo respecto a los patrones de alimentación. También debes considerar si tu perro ha perdido peso últimamente. Otro signo de alarma es la presencia de diarrea junto al vómito.

En cualquier caso, si observas vómitos crónicos o frecuentes, debes acudir al veterinario para que inspeccione a tu perro. Muchas veces bastará con que respondas a una serie de preguntas sobre su historia reciente, y que éste le practique una exploración física. Será de gran utilidad para el veterinario que lleves anotados los medicamentos que esté tomando en ese momento, o los que haya tomado recientemente, y el tipo de alimentación que suele ingerir. También es importante que le comentes si has visto a tu perro comer hierba o plantas recientemente. Muchos perros lo hacen, o lamen el suelo y las paredes, cuando notan ardor en el estómago. Es imprescindible que consideres todos estos detalles, por insignificantes que parezcan, porque pueden aportar mucha información sobre la causa de los vómitos de tu perro.

¿QUÉ HACER SI MI PERRO VOMITA?

En ocasiones, puede ser necesario extraer un poco de sangre para comprobar si los órganos vitales están funcionando de forma adecuada. Y en determinadas circunstancias, también es conveniente recurrir a radiografías o ecografías para descartar la presencia de cuerpos extraños, o tumores en el tubo digestivo.

Hasta que se lleve a cabo la visita con el veterinario, es fundamental que le retires el alimento a tu perro y le ofrezcas agua limpia y fresca para evitar la deshidratación, sobre todo si se trata de vómitos frecuentes. El agua tienes que ofrecérsela en pequeñas cantidades, y de forma frecuente para que tu perro no pueda llenarse el estómago con una cantidad exagerada de agua, que pueda provocar que se agrave más el vómito.

Es vital no medicar al perro con los medicamentos que inhiben el vómito sin saber qué lo ha causado. Esto podría ser contraproducente, sobre todo, cuando se sospecha que se ha tragado algún objeto.

 

Fuente : purina ( editado)

Ante cualquier síntoma acuda a su veterinario

¿Tiene mi perro fiebre?

¿Crees que tu perro está con fiebre? Nosotros te contamos todo acerca de la fiebre en perros.La temperatura normal del perro está entre los 38 y los 39 ºC, así que se considera que el perro tiene fiebre cuando su temperatura corporal supera los 39 ºC. Eso sí, los cachorros, las hembras a punto de parir y los perros mayores pueden no tener la temperatura media habitual.

La fiebre puede ser un signo de que el perro está enfermo, así que es  importante  el perro  para poder actuar lo antes posible y poner solución al problema.

¿Qué produce la fiebre en el perro?

Las causas de la fiebre son muchas, pero nosotros te dejamos las causas más comunes.

Causas de fiebre más comunes:

  • Una infección (bacteriana o vírica).
  • Un golpe de calor.
  • Reacción a una vacuna.
  • Ingestión de algún producto tóxico, incluidas algunas plantas.

Síntomas de que el perro puede tener fiebre

A pesar de que la fiebre suele indicar que algo no va bien en el cuerpo, son muchos los perros que tienen fiebre y no muestran ningún síntoma. Otros, en cambio, pueden mostrar temblores intensos y vomitar.

Aún así, los síntomas de fiebre más comunes son:

  • Nariz seca y muy caliente.
  • Falta de apetito.
  • Actitud decaída, apática, con más sueño de lo habitual.

¿Qué hacer cuando un perro tiene fiebre?

Si has comprobado que tu perro tiene entre 39 y 41 grados de temperatura corporal, debes llevarlo al veterinario cuanto antes, pero si supera los 41 ºC estás ante una urgencia veterinaria.

El único cualificado para elegir el modo de bajar la fiebre del perro es el veterinario, entre otras cosas porque la fiebre no es una enfermedad, sino un síntoma que requiere un análisis profundo para averiguar las causas que la producen.

No automediques   a tu  perro para bajarle la fiebre si no te lo recomienda un veterinario y jamás des paracetamol o ibuprofeno porque son tóxicos para él.

Clínica Veterinarium trabajamos  por  el bienestar de tu mascota .

 

Demencia senil en perros , ¿qué es?

¿Tu perro se ha empezado a comportar de forma extraña? ¿Le cuesta recordar sus rutinas? ¿Se muestra desorientado o confuso?

Puede que quizás tenga demencia canina. ¿Qué es la demencia senil en perros?

 

La demencia senil en perros, también conocida como el Síndrome de Disfunción Cognitiva (SDC), es un trastorno cognitivo en los perros asociado a unas consecuencias similares a las del Alzheimer en los humanos. Es una enfermedad relacionada con el envejecimiento del cerebro del perro, lo que conlleva cambios en su comportamiento y afecta principalmente a la memoria, el aprendizaje y la comprensión. La sintomatología de la demencia se da en el 50% de los perros de más de 11 años.

Se calcula que el 68 % de los perros padecerán demencia antes de los 15 años¹.

Existen muchos  síntomas de la demencia canina, que pueden variar de leves a más graves a medida que la enfermedad avanza. Los síntomas iniciales de la demencia senil en perros suelen ser leves, pero con el tiempo van empeorando. A continuación enumeramos algunos:

 

  • Desorientación y confusión: se pierde o se desorienta en lugares conocidos
  • Ansiedad
  • No recuerda rutinas, entrenamiento o reglas del hogar aprendidas anteriormente
  • Ya no responde a su nombre o a órdenes conocidas
  • Alta irritabilidad
  • Menos ganas de jugar
  • Deambula sin objetivo
  • Mirada perdida a la pared o ensimismamiento
  • Tarda más en aprender nuevas tareas
  • Falta de Limpieza
  • Pérdida del apetito
  • Cambios en el ciclo de sueño ( deambular por la casa de noche, etc )

 

Los signos tempranos de la demencia canina son difíciles de detectar. Suelen confundirse con un «solo se está haciendo viejo». Sin embargo, la detección temprana es muy importante y todos los dueños de perros tendrían que estar atentos a comportamientos similares a los síntomas mencionados anteriormente.

Ahora puedes beneficiarte  de nuestra campaña de .Prevención trastornos geriátricos

Consejos para cuidar a tu perro senior

Un perro entra al periodo de adulto desde el primer año de edad, y a partir de los 7 años en promedio, cambia de etapa de vida y se considera como un perro anciano o senior, etapa en la requerirá de mayores cuidados como los que te recomendamos a continuación.

 

Tal vez quieras seguir haciendo las mismas cosas y al mismo ritmo como jugar o salir a pasear, y aunque tú sientas las mismas ganas, él envejece más pronto. Se estima que por cada año de nosotros pasan siete en la vida de un perro. Así que eres tú quien debe adaptarse a su ciclo.

Ahora que sabes que todo cambia con tu compañero, infórmate sobre lo que ahora le hace un mayor bien a su salud. Consulta  a tu veterinario de confianza.

 

-Alimentación

Los alimentos especializados ayudan a que te perro senior continúe sus días con una gran calidad de vida. Existen alimentos destinados a los perros en este periodo de su vida.

 

-Lleva a tu perro a revisiones veterinarias.

Los perros adultos mayores tienden a ser más propensos de sufrir ciertas enfermedades como artritis o malestares del corazón y riñones, entre otros. Por tal motivo resulta fundamental acudir al menos dos veces al año con veterinario para realizarle chequeos médicos completos, considera realizar exámenes sanguíneos para detectar y prevenir enfermedades.

Además de las visitas al veterinario,  debes darle cuidados especiales para su salud. Cuando lo cepilles, revisa que no existan irregularidades en su pelo, piel, oídos, y asegúrate de que no tenga pulgas.

 

-Sácalo a pasear

Que su energía no sea la misma no significa que tu perro senior deba quedarse acostado todo el tiempo. Una rutina de ejercicio, a su ritmo, siempre ayudará a que sus músculos y huesos sigan siendo fuertes y sanos.

 

-Cuida sus dientes

Limpia sus dientes con cepillos especiales para ellos y si se te complica, también puedes optar por juguetes o premios que ayudan a limpiar sus dientes. Recuerda que su dentadura puede perder fuerza, por lo que es indispensable su higiene evitando que en un futuro no pueda morder o masticar adecuadamente sus alimentos.

 

-Necesita un buen descanso

Para los perros senior el descanso es muy importante, y también más frecuente. Permite que sus siestas sean relajantes y piensa en espacios tranquilos y silenciosos para colocar una cama o cojín especial para su reposo.

 

-El juego es importante

Aun cuando se lleguen a una edad para considerarse como perros maduros, su espíritu curioso y ganas de jugar siempre se pueden despertar. Foméntalo en tu mascota para mantenerlo alegre y que sepa que tienes interés en él. Existen ciertos juguetes especiales para los perros adultos mayores, generalmente son más suaves.

A un perro siempre le van a gustar los cariños y las atenciones hacia a él, pero cuando sea un perro senior darle aún más amor puede ayudar a prevenir enfermedades o depresión, además de que a ti, también te hará mucho más feliz verlo bien.

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